6.29.2009

Encontremonos en el umbral del templo
donde la luz vacila
y no cortan los filos de las cosas,
Anuncia tu llegada sin llamarme:
con el batir de alas de una mariposa
o la caída de un pétalo de rosa.
Será esa la aurora de los símbolos,
nos miraremos
sin saber con qué nombres hablarnos.
Me mostrarás tus manos
yo prolongaré sus líneas a una caligrafía invisible.
El silencio en que entremos
cantará nuestra dicha:
tu risa encenderá las veladoras.

De esos misterios no se sabrá más nada
la aldea rodeará el templo, curiosa,
con niños y papalotes.
Se escucharán cantos, gritos, conjuros,
oraciones en lenguas olvidadeas.

Será tarde en la noche,
las estrellas marchándose,
cuando emerjamos bañados de rocío
como en manto de joyas exquisitas.

Quizás
nos marcharemos
por el viejo camino de las cumbres
y obsequiarás la aurora
a los pocos que miren todavía.

6.26.2009

Busco caligrafias en el viento

(bajo mis pies tiembla toda la tierra)

pero el ave, que pintaba tus rostros en la nube,

en tierras mas templadas anida sus caricias,

Por las noches se baten las jaurias,

yo no se que es estrella

que es bujia

6.24.2009


Del rubaiyat de Omar Khayyam, poeta persa nacido en Iran, citado en un muro del Garden of Dreams de Kathmandu, el marmol en que fueron cincelados los textos sufrio danios en un terremoto, las grietas fueron convertidas en una enredadera por el escultor, ojala un dia el alma del pueblo irani pueda convertir en flores el dolor de estos dias.
Un momento en desperdicios de aniquilacion,
un momento a probar del pozo de la vida,
las estrellas se ponen, y la caravana
comienza hacia el alba de la nada, Vaya! Id de prisa!
Ah, que la primavera deba desaparecer con la rosa!
Que el dulce pergamino de la juventud deba cerrarse!
Que el ruisenior que cantaba en las ramas
entonces deba irse ahora, que todo eso deba ser, Quien sabe!
Ay Amor! Si pudiesemos tu y yo conspirar con el destino
para entender este pobre esquema de las cosas,
lo romperiamos a pedazos- y despues
lo rehariamos mas cerca del deseo del corazon.
Oh Luna de mi deleite que no conoces cansancio,
la luna de los cielos se eleva de nuevo,
cuantas veces despues se elevara y mirara
buscandome en vano en este mismo jardin!

6.11.2009

Ashq, en la lengua de Fars, amor, pasion,
fuego divino que eleva las almas.

6.09.2009

Me han ofrecido el paraiso,
tras una larga espera a las puertas de palacio,
El Gran Vizir me ha llamado a su lado y me ha ofrecido el reino.
Dos lunas espere, de pie,
en la Puerta, eramos doce, al comienzo.
uno a uno fueron llamados, uno a uno nunca volvieron.
Entendimos entonces, sin decirlo,
que era la fila de los condenados a muerte.
Temblando, de miedo o de frio,
confesamos nuestras culpas
alrededor de fuegos improvisados:
actos impuros, viles,
los mas bajos pecados.
Pero nadie conocia las leyes del reino,
durante el dia,
con la misma verguenza,
confesabamos virtudes, heroismos, afectos,
ofrendas y peregrinajes.
El Visir espera mi respuesta.
He pensado en el palacio:
los muros impenetrables, los aposentos tapizados de oro,
la sala del trono con mil columnas de marmol blanco,
el trono mismo de piedras preciosas,
el harem y sus incontables concubinas dispuestas a adorarme,
los Sabios del Palacio de los Cielos, que me darian consejo,
la biblioteca con todos los libros jamas escritos
y los incansables copistas, poetas, miniaturistas,
astrologos, alquimistas, ...escribiendo lo que no se ha leido.
Pero cuando me he inclinado para aceptar
la espada del Sultan del Universo,
he pensado en el Desierto, el silencio que habla mil lenguas
de Damasco a Delhi,
la arena y sus rocas mas bellas que jardines,
las estrellas,
las noches al calor de la hoguera, los companieros,,
hoscos al trato pero hermanos en el camino y la batalla,
las mujeres de pocas palabras y sonrisa simple
abriendose como rosas detras de las dunas,
La Muerte, hermana de los hombres como sombra
siempre cerca en dias interminables
sin agua
bajo el sol ardiente.
Y el Oasis, la roca milagrosa cantando con su agua,
los peces de colores, palmas con cien clases de datiles,
suaves al gusto, la Muerte que cansada se echa a la sombra
y nos deja cantar con el laud que tanie
un viejo de mirada azul.

mi silencio ha hablado, el Vizir ha ordenado a los guardias
que me despojen de mi turbante, me han hecho salir por otra puerta
la que da al desierto, con un camello ciego y una sola garrafa de agua
al Mediodia.
Es la condena de los que osan negar el Paraiso.

Tras las primeras dunas mis once companieros me aguardan,
impasibles, cuando llego me miran y se echan a andar,
la caravana una fila como un escalofrio en la espalda del desierto;
la Muerte cansada y sonriente se pone de pie y nos sigue, fiel.

A lo lejos, si cerramos los ojos,
escuchamos las cuerdas del laud,
las risas de las mujeres,
el vino que espera
y el agua que canta en su roca.

Sabe que escribi estas lineas, en este viejo papiro,
antes mucho antes de saber de tus pajaros.
Tu tambien caminas, hermosa dama, y sabe
que el desierto es uno del Maghreb bereber
a las rosas de Damasco al palacio de arena de Rajasthan
a las montanias Uzbekas a Esfahan, mitad del mundo,
a la China y sus camellos que lloran.
Sabe que la arena que te arropa en las noches
me arropo en otras noches
y lleva mis caricias guardadas en sus granos.
Quien sabe? quizas un genio pierda a tu caravana
y tus pasos se encuentren con mi camello ciego.
He intentado olvidarte,
olvidar tus palabras
los gestos de tu sombra.

Decirte: Fue bello el sueño,
tu presencia tomó forma en la pantalla de mi alma,
tu silueta fue una sombra elegante,
me contaste historias, me cantaste versos de belleza inasible,
sentí tus caricias en la brisa del verano
y tus palabras describían las imágenes secretas del deseo.

Al llegar de la aurora, verduga de ilusiones,
no veía más las sombras, las siluetas, los versos
en complicadas caligrafías, no estaba nuestra ave en los cielos.

Estaban la miseria y la muerte,
los niños rodeados de fantasmas,
a mitad de la calle las aguas del infortunio.
Las moscas sobre los cachorros putrefactos en las esquinas
los hombres enemigos de los hombres
las mujeres golpeadas con o sin velos.

Creí que no existías Layla, que no importabas Noche.

A la salida de un jardín secreto, donde intente olvidarte con más fuerza que nunca,
Khayyam escondía un rubai para salvarme,

Pobre luna de mis noches
volverá como cada noche a buscarme
en el jardín de sueños
y no me encontrará.

Vi entonces detrás de la sombra de tu imagen
la luz que te ilumina
y brillaste en mi pecho como una luna.
Y no pude. Y no quise
olvidarte.

6.03.2009

El Oasis

Ven al oasis!
Yo soy este desierto que te espera en silencio
desconociendo mudo sus confines.
Pasan por mi los días como la arena,
me queman, me transforman, me derrotan.
Yo vuelvo al otro día con mis dunas. Pero por más que marche,
se que habrá vientos que borren las huellas de mi paso.
También están las noches, las estrellas,
millones de infinitos que cantan con su luz viejas historias.
Yo escucho, a veces tiemblo como una única palma datilera.

Es cierto, me conformo. Más fácil ser desierto que tormenta.
Pero mi vientre siente también tu arrullo.
Incluso en el desierto hay caracolas que guardan sus secretos.
Dentro de mí hay líquidos, humores que gotean.

Un día brotarás de mí como la luna. Son bellos los bosques.
Pero no se comprende el milagro de la vida
si no se ve un oasis, surgir, verde como Damasco, en medio de la arena.
Agua con peces donde no había nada.

Todo espera en silencio entre nosotros. Estos cuerpos,
si acaso se tocarán...el oasis.

6.02.2009

La escritura muscada
Esa belleza, cuya escritura es negra con aroma muscado,
Se dignaría enviarnos una carta con su perfume?
Entonces, el tiempo no podría avanzar más sobre mi vida.
Si es verdad que separarnos nos permite unirnos,
que pueda el jardinero del mundo no sembrar esa semilla!
Es pagado al contado, ese que, de estos bajos lugares,
tiene amante como bella hurí y duerme en sitio similar al Paraíso.
No seamos demasiado exigentes sobre el lecho del amor,
a falta de almohada brocada, contenemonos con un ladrillo.
Guardate del jardín de Eram y el orgullo de Shaddad,
De cambiar la diva de la botella,
de labios dulces, al borde de un jardín.
Hasta cuando, corazón, te preocuparás por este bajo mundo?
Deploro que tu belleza pese tanto,
una tuniva sucia equivale a este bajo mundo, su pudredumbre.
Donde encontrar un viajero puro de naturaleza, hombre de corazón?
Hafez, porqué abandonar los rizos de tu cabellera?
Está escrito que debemos abandonar aquello que poseemos.
Hafiz Shirazi